Entrevista a Claverg, autor del fotolibro ‘Disparatavus’: “Es una invitación a sumergirse en la celebración y en la exaltación de los momentos vividos”

Hace unos semanas, Chechu y yo conocíamos a Francisco Claver (Claverg), fotógrafo extremeño que nos presentaba Disparatavus, su primer fotolibro. Un proyecto autoeditado y realizado en la provincia de Cáceres a lo largo de varios años, donde ha retratado la esencia de lo festivo. Con ganas de saber mucho más sobre este proyecto, le hemos mandado algunas preguntas para que nos cuente qué hay detrás de Disparatavus.

Disparafilm (DF):¿Cómo surge la idea de hacer este proyecto?

Claverg: De forma natural. Siempre me ha gustado ir a fotografiar fiestas y lo hacía sin más pretensiones. Simplemente quería hacer buenas fotos. Buscaba un tipo de imágenes que se alejaran de la típica fotografía de fiestas. Quería centrarme en la parte menos reconocible de estas celebraciones y dejé de buscar fotos bonitas o explícitas. Empecé a explorar imágenes más sugerentes y abiertas a la interpretación. No fotografiaba la fiesta, sino la emoción que me producían ciertos momentos.

DF: ¿Qué fiestas aparecen en Disparatavus?

Claverg: Aparecen algunas de las fiestas más típicas y ancestrales de la provincia de Cáceres.  Son celebraciones de pequeños pueblos que, en algunos casos, luchan por su supervivencia. Mucha gente de Extremadura ignora algunas de estas fiestas tan cercanas. En España se conocen algunas, pero fuera del país son bastante desconocidas. 

DF: ¿Es un fotolibro sobre el folclore?

Claverg: Disparatavus es un testimonio gráfico, no pretende ser un libro de referencia etnográfica ni un catálogo de consulta, sino más bien una invitación a sumergirse en la celebración y en la exaltación de los momentos vividos. Es un camino personal hecho desde la emoción y no desde la razón, aunque el resultado final, sin pretenderlo, tiene un claro carácter antropológico y contribuye a difundir el acervo cultural de Extremadura.

DF: Apuestas por el blanco y negro en un contexto que suele ser muy colorido, ¿cómo tomaste esa decisión? ¿Va más allá de lo estético?

Claverg: Acabo de terminar el libro Joel Meyerowitz: ¿en color?, que precisamente habla del dilema en sus primeros años cuando tuvo que decidir entre el color y el blanco y negro tradicional. Personalmente, no creo que la fotografía en blanco y negro sea mejor que la de color, ni lo contrario. Depende de lo que estés buscando. Con el color siempre hay más información. En mi caso, quería que las imágenes tuvieran más dramatismo, omitir algo de información y que fuera la imaginación del espectador la que tuviera que trabajar para mantenerlo atrapado en una ensoñación. Quería conseguir una homogeneidad en luces, texturas, barridos, etc., dentro de los tonos blancos, grises y negros. Además, el blanco y negro es más atemporal y ayuda a que Disparatavus no se ubique en un lugar y tiempo concretos. El libro habla de nuestro comportamiento en las celebraciones más tradicionales: eso es algo universal.

DF: ¿Qué has querido mostrar con este fotolibro?

Claverg: La parte más disparatada de las fiestas, algo así como “la locura de la tradición”, porque va de eso. El título proviene de atavismo, que son las formas de vida de los antepasados que reaparecen en nosotros; y de disparatar, decir o hacer fuera de la razón o de la regla. Habla tanto de la tradición más atávica como de nuestra parte irracional. Disparatar viene disparare, es decir, separar. Disparamos cuando hacemos una foto. Aquí se “dispara” a lo que sucede y al mismo tiempo al espectador para que reaccione o exprese una emoción, se haga preguntas, juegue u opine.

Al visitar estas imágenes puedes sentirte orgulloso porque son tus fiestas, sentir rechazo o ser muy crítico con los comportamientos más instintivos. O sentirlo todo a la vez, de forma contradictoria. Eso es algo que tiene que elaborar el lector. Disparatavus puede leerse de muchas maneras: a un nivel estético de puro disfrute, a un nivel etnográfico o a un nivel onírico. Es como si estuvieras viviendo un sueño que incluye belleza, misterio, caos, energía… 

Cuando fotografío me centro en lo que me atrae, me divierte, me emociona, me preocupa, y a veces, me asusta. No he buscado resaltar lo bello o lo políticamente correcto, ni juzgar lo que veo. Me he emocionado con la fiesta y con quienes participan en ella. A la fiesta no se va: se vive o no se vive. Prueba de ello es el tan manido comentario que escuchamos en muchas de ellas: “esto hay que vivirlo”. Reconozco que me atrae mucho ese caos, cuando el cuerpo y el alma se desordenan.

DF: ¿Qué parte, de todo su proceso de creación, ha sido la más difícil? ¿Y la más satisfactoria?

Claverg: Todas son difíciles. He aprendido sobre la marcha en todas las partes del proceso y he tomado decisiones sobre cuestiones que apenas conocía. Disparatavus es autoeditado y he estado presente en el proceso desde la primera foto hasta ahora, con la venta y las presentaciones. Como te decía, todo es difícil. Se necesita tiempo para que las fotos reposen, hubo una pandemia y todo se paró; acudía a concursos y esperaba meses para la resolución; no encontraba editorial y decidí hacer yo la inversión… 

Lo más difícil… Buscar fotos que estaban en mi cabeza. Empecé encontrándome las fotografías en las fiestas y acabaron construyéndose en mi cabeza para después realizarlas. Asumí que podía volver de madrugada de muchos sitios, cansado y sucio con la bolsa completamente vacía. Me obligó a subir mi nivel fotográfico. Despegarte del acto de fotografiar siempre es complicado y a veces confundes la calidad de tus imágenes con el esfuerzo que te ha costado realizarlas. En ese sentido, Joaquín Paredes y Belén Claver son quienes me aportan su criterio y me ayudan a ver las fotos como son, no como yo creo que son. Me lo han dicho muchas veces: no tenemos nada, te toca esperar otro año y volver.

Lo satisfactorio… También fue lo más difícil. Después de tanto tiempo, la impresión fue el momento más delicado. Mi gran preocupación era transmitir con Disparatavus el blanco y negro que yo tenía en la cabeza. Pero el día de la impresión de los pliegos, previos a la encuadernación, fue un momento feliz y liberador porque conseguimos lo que buscábamos. Trabajar con gente tan profesional como La Troupe Colectivo y Artes Gráficas Palermo me daba mucha tranquilidad.

DF: ¿Cómo ha sido la colaboración con Joaquín Paredes y Belén Claver en la edición?

Claverg: Sin Joaquín no habría encontrado el camino para hacer este libro y sin Belén Claver no estaría haciendo fotografía. Me imponen la distancia necesaria para editar mis fotografías sin emoción y con bastante objetividad. Me proporcionan un equilibrio con sus diferentes visiones. Lo cierto es que son un apoyo fundamental en todas las partes del proceso, desde las pruebas de impresión, la venta o las imágenes promocionales. También me sacan de mi bloqueo cuando no sé cómo seguir. Les estoy muy agradecido, lo saben.

DF: ¿Cómo está siendo la acogida?

Claverg: Estamos muy contentos, Disparatavus acaba de salir y va muy bien, hay muchas reservas y a una velocidad que no imaginábamos. No hubiera previsto este volumen de ventas iniciales y ¡ojalá que siga así! En mi página web pueden hacerse las reservas para aquellos que estén interesados. 

DF: ¿Con qué equipo trabajas habitualmente?

Claverg: Trabajo con un objetivo fijo de 50mm, que casi nunca cambio. Trabajar con este objetivo me obliga a “hacer la foto con los pies”, no me gusta demasiado estar quieto como un francotirador con un teleobjetivo. Necesito acercarme, vivir las situaciones desde dentro y estar entre la gente para sentir emoción.

DF: ¿En qué lugares vas a presentar el libro?

Claverg: Me hace mucha ilusión presentar el libro oficialmente el 18 de enero en la Librería La Fábrica de Madrid. Para mí, es un lugar de referencia de los fotolibros en España y no me hubiera imaginado hace unos años que podría presentarlo allí. Después tenemos otras presentaciones: el 28 de enero con la Escuela Mistos de Alicante; el 13 de febrero en Plasencia (CC), el 14 de febrero en Coria (CC), el 21 de febrero en Cáceres, el 7 de marzo en mi Alcántara, mi pueblo. Y tenemos que cerrar otras presentaciones en Badajoz, Sevilla, Bilbao, Aracena…

Agradezco mucho a Disparafilm, a Nuria y a Chechu su interés por Disparatavus, la disposición y la amabilidad durante esta entrevista y que me ayuden a darle difusión a mi trabajo. Un abrazo fuerte!

Nuria Cabrera

En la redacción de Disparafilm, echando de menos que las noticias lleguen por teletipo.

https://www.instagram.com/nurshootsfilm/
Anterior
Anterior

Convocatoria abierta y extendida: Visionado de Portafolios Revela’t 2025

Siguiente
Siguiente

Probando la Lomo’Instant Wide Glass